Resumen de la Mesa redonda “Rendimiento, emociones e impacto económico»
Resumen de la Mesa redonda “Rendimiento, emociones e impacto económico (Economía de las emociones en el ámbito deportivo)”, celebrada el pasado 31 de mayo 2011 en el Colegio de Economistas de Cataluña.
El acto fue presidido y moderado por Julián Manzanas, coordinador de la Comisión de Economía del Conocimiento e Innovación del Colegio, y contó con la participación de:
- José María Gay de Liébana, doctor en Economía Financiera y contabilidad y profesor titular del departamento de contabilidad de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona
- Jordi Robirosa, locutor de basquet de la Televisión de Cataluña desde hace 25 años. Escritor y licenciado en Periodismo, Arqueología e Historia antigua
- Xesco Espar, licenciado en Educación Física. Entrenador de handbol. Campeón de Europa en 2005 y liga ESOBAI 2006. Experto en Alto Rendimiento y en generación y control de los estados emocionales.
- Anna Ros, licenciada en Psicología, PDG Iese, especializada en Gestión del Talento. Directora General de KTC&R Global, vocal de la Junta Directiva de la Federación Catalana de Tenis, vicepresidenta de la sección de Psicología del Deporte del Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña.
El debate giró en torno a cuatro preguntas, combinando las aportaciones desde las diversas perspectivas representadas (económica, periodística, deportiva y psicológica).
En la primera parte se debatió sobre los estados emociones y sobre su emergencia y gestión. Xesco defendió que los estados emocionales pueden crearse, y que de hecho esa es la tarea de los entrenadores deportivos. Para ello debe incidirse sobre tres variables: postura, energía y creencias subyacentes.
Anna reflexionó sobre la posibilidad de gestionar y transmitir emociones y actitudes, como la mentalidad ganadora, la fortaleza mental,… y cómo la gestión de las emociones, positivas y negativas, constituye un hecho diferencial en el ámbito deportivo, en el que cada vez son menores las diferencias en cuanto a métodos y técnicas, y tiene más peso la inteligencia emocional y deportiva. Se habló asimismo del componente motivacional de las emociones, cómo éstas conducen a la acción (en positivo o en negativo) y de su capacidad de contagio, muy evidente en el deporte.
Jordi aportó la diferencia entre algunos deportes, como el handball y el basket, que son especialmente mentales, y cómo algunas variables externas pueden favorecer un resultado deportivo u otro, citando entre ellas la disposición del público en el estadio, su estado anímico, las medidas de seguridad, el clima previo al partido,… así como el propio tono de los periodistas, que en ocasiones también se contagian de estas emociones colectivas.
Josep Maria abordó un análisis comparativo de la facturación y de los balances de tres clubs (Real Madrid, Barça i Manchester) incidiendo sobre la similitud entre los resultados y evolución de cada uno de ellos en tanto que reflejo de las sociedades a las que pertenecen. Sobre la evolución de los ingresos de explotación de los clúbs, visualizó una tendencia ascendente del Barça (de 119 millones de € a 398, del 2000 al 2010) y del Real Madrid (de 164 a 438, en el mismo período), con la previsión de que, tras los últimos contratos, el Barça puede pasar a ser el primer club en el mundo en volumen de ingresos de explotación este año.
Sobre los balances de los 3 clubs, su análisis refleja cómo responden a intereses y estructuras con objetivos y modelos muy diferentes entre sí (Josep Maria cita a Bongo, de 101 Dálmatas: “cada perro es el vivo reflejo de su amo”). El Manchester, con un activo considerablemente superior al resto (1136 Mio), responde a su estructura de holding con 6 empresas subsidiarias, y a un interés más económico que social. Del Real Madrid (con 600 Mio de inversión en jugadores y un activo de 880 Mio), como Sociedad Anónima, destaca su focalización en intereses económicos que trascienden al propio club y una estrategia de inversión basada más en la compra de jugadores que en marketing. Sobre el Barça, con 490 Mio de activo y una situación de fallida técnica, destaca su objetivo más social que económico. Señala, asimismo, que las normas de contabilidad penalizan al Barça en este momento, que no puede activar contablemente jugadores al no haber sido “comprados” sino “construidos” internamente, de forma que el balance no arroja una imagen fiel de la situación económica del Club, que dejaría de estar en fallida de modificarse la contabilización.
A raíz de esta reflexión, se abre un segundo bloque en el debate, sobre la rentabilidad de las emociones y los valores. Jordi comenta que cada vez es más valorable el talento local, ubicado en su contexto, y que conoce el imaginario y el quién es quién del lugar. Cita la relevancia de los valores y de la ética tanto en el ámbito deportivo como en el periodístico, y como algunos sucesos recientes (publicaciones de rumores no contrastados,…) han puesto en primer plano este tema.
Anna comenta la rentabilidad de algunos valores como el compañerismo, citando la importancia de algunos gestos (como el de Puyol con Abidal en la final de la Champions) que se traducen en mayor afiliación y vinculación al Club, generando un ADN compartido, con el que uno se puede sentir identificado, y ello a su vez en resultados económicos. Otro valor relevante, también capaz de generar vinculación, es la humildad, que además permite la autocrítica y la apertura al aprendizaje y a la permeabilidad de los estados de ánimo.
Comenta cómo algunas formas de gestión de las emociones (la negación de la frustración ante una pérdida, por ejemplo) liberan tensión pero no permiten la evolución ni el aprendizaje, mientras otras (una buena tolerancia al error y a la frustración) facilitan el desarrollo y mejoran la competitividad y capacidad del equipo.
Xesco reflexiona sobre la diferencia en la capacidad de vinculación entre el talento y los valores. Mientras el talento (de un jugador, por ejemplo) se admira pero no genera por sí mismo vinculación, los valores (el esfuerzo, la capacidad de entrega y lucha,…) sí lo generan. Pone la diferencia en que nos mueve aquello que podemos hacer (esforzarnos), mientras que no aspiramos ni vemos como posible tener un determinado tipo de talento, por lo que no nos vincula.
Josep Maria abre el debate hacia la gestión de los intangibles, sosteniendo que el club que mejor los gestiona en este momento es el Barça que, por contra, tiene un menor volumen de ingresos a través de sus socios (aportaciones, taquilla,…) (171 Mio el Madrid vs 98 el Barça). El Barça es el Club (de los 3 analizados) que más ingresos consigue a través de derechos de TV, Marketing, Merchandising,… Ello es reflejo de la estima y afiliación que genera, de la rentabilidad de la imagen del Club.
Por contra, y fruto del modelo de secciones del Club, el Barça es el que, con diferencia, mayores gastos de personal soporta (430 empleados vinculados al ámbito deportivo frente a los 68 del Manchester). El modelo de secciones permite un mayor enraizamiento social y local, pero tiene sentido si se ganan títulos. Reflexiona asimismo sobre cómo el sector deportivo (y otros, como el financiero) son de los sectores con mayor crisis económica sufren en este momento, mientras que siguen siendo los que mejor retribuyen a sus empleados. El modelo de las grandes empresas constituye una referencia para el resto, lo que contribuye a generar inflación y hace al modelo insostenible.
Jordi reflexiona sobre la crisis de muchos clubs y cómo se trata de un modelo económicamente no sostenible. La sección de básquet del Barça, a pesar de obtener buenos resultados deportivos, cuesta 30 Mio de euros anuales al Club. Xesco valora el compromiso de los jugadores de algunos clubs que, a pesar de no cobrar hace meses, continúan entrenando y obteniendo victorias deportivas. Se comenta sin embargo que no es sostenible enaltecer estas conductas, ya que algunos clubs están incumpliendo sistemáticamente contratos por este problema y es necesario encontrar un modelo viable.
En el último bloque del debate, Anna reflexiona sobre los estilos de liderazgo y sobre si éste se orienta a comprar talento o a crearlo internamente, desde modelos más corto o largoplacistas. El modelo de Guardiola y el de Del Bosque se basan en la cantera y en saber gestionar algunas estrellas. Ello es posible sabiendo renunciar y haciendo inversiones que dan resultados a largo plazo, que luego hay que saber gestionar para conseguir resultados de forma más sostenida.
Se reflexiona sobre cómo los diferentes modelos de club persiguen objetivos diferentes (fomentar espíritu y sentimiento, ganar títulos y/o ganar dinero) y en cuáles son las estrategias que se siguen en el caso de no ganar títulos (cambiar el líder, cambiar el modelo, dar un golpe de efecto económico,…). Anna pone sobre la mesa las diferencias culturales entre modelos, y la dificultad de trasladarlos de un territorio a otro, aunque sujetos a evoluciones y cambios históricos.
Se abre turno de preguntas en el que se habla de las políticas de fichajes (valor, permutas, fichar para que otros no fichen,…).
Josep Maria insiste en la dificultad del valor razonable de compra de los jugadores en una economía tan pasional como la deportiva, donde es conveniente valorar a la baja. Pone como ejemplo el Barça, que puede tener unos 180 Mio de euros de plusvalía latente.
Xesco habla de la sistemática de juego del Barça y su “sistema productivo” que permite una ventaja diferencial en el juego y hace que la calidad y el talento de un jugador sea importante pero no substancial. El jugador es más substituible en un modelo y un sistema de juego establecido, versus en modelos que se basan en la calidad individual. Las emociones juegan un papel multiplicador (en positivo o en negativo) del valor del equipo.
Anna reflexiona sobre los círculos virtuosos de talento que han conseguido modelos como los del Barça, que retroalimentan emociones positivas y fomentan a su vez mayor excelencia, lo que conlleva que el todo (el equipo) sea más que la suma de sus partes. Y cómo ello incide en el valor razonable de un jugador, que no es desvinculable del equipo en el que juega.
Se comenta asimismo sobre las diferencias de los deportes colectivos y los individuales. Anna comparte cómo inciden diferencialmente factores como la gestión de la presión, la profecía autocumplida, la anticipación de resultados y la predisposición,… Los jugadores y los equipos están expuestos a variables internas a las deportivas y externas, como los propios medios de comunicación,… Sin embargo, en otras ocasiones, se usan estas variables externas, y los medios se convierten en colaboradores necesarios de los entrenadores, pudiendo ser manipulados por estos.
Fotos de Silvia Pavone en Flikr